jueves, 27 de agosto de 2015

Las rosas de Paestum


Me sorprendía el otro día encontrar este tuit de Propercio que evoca una antigua ciudad de la Italia meridional fundada por los griegos y hoy conocida por el recinto arqueológico de sus bien conservados templos dóricos, pero no por sus rosas, que es por lo que la recordaba el poeta:  Vidi ego odorati uictura rosaria Paesti, / sub matutino cocta iacere Noto,  que viene a decir Vi yo a punto de abrirse las rosas de Pesto aromada / mustias al alba yacer  ante el aliento del Sur (4, 5, vv. 61-62). Contrastan el participio de futuro "uictura", aplicado a los rosales "destinados a vivir" con el "iacere", que evoca la muerte repentina por el cálido soplo del Noto. Estamos, una vez más, ante el tópico literario del “Carpe diem”, en su versión horaciana,  o “Collige, uirgo, rosas” en la variante de Ausonio: disfruta de la juventud y de la vida antes de que te lleguen la vejez y la muerte (como si se pudiera gozar con esa perspectiva mortal de futuro...)  


Templos de Pesto, G. B. Lusieri (1755-1821)

Pesto, ciudad del sur de Italia, enclavada en la Lucania, abajo de Nápoles, fue fundada por los griegos de Síbaris, los célebres sibaritas en el golfo de Salerno, y bautizada como Posidonia, pero sus habitantes prefirieron enseguida llamarla Paiston en griego, Paestum en latín.

Otros poetas, además de Propercio, nos han hablado de sus rosales, rosedales o rosaledas, como Virgilio en sus Geórgicas (4, 118), en la siguiente mención: biferique rosaria Paesti, donde destaca el neologismo biferi, compuesto de bis que significa dos veces y del verbo fero, que quiere decir producir: rosales de doble floración, lo que explica el "odorati" de Propercio: la ciudad de Pesto exhala fragancias de rosa dos veces al año.


Ovidio, por su parte, en las Metamorfosis (15, 708) menciona:  tepidique rosaria Paesti: los rosedales de la cálida Pesto. El poeta se refiere a la ciudad de Pesto con el calificativo de “tepidi”, es decir, “templada, que goza de buena temperatura, cálida”. Y en sus Epístolas desde el Ponto (2, 4, v. 28), un pentámetro evoca también el aroma de sus rosas:  Calthaque Paestanas uincet odore rosas.  Dice allí Ovidio que antes de que alguien se olvide de su amistad la caléndula olerá mejor que las rosas de Pesto, lo que, en rigor, es imposible porque la caléndula, calta o margarita anaranjada apenas tiene fragancia, o, si la tiene, no puede competir ni compararse siquiera con las aromáticas rosas pestanas.

Primer templo de Hera en Pesto.



El poeta Marcial, por su parte, resalta otra cualidad de estas rosas además de su aroma y su doble floración: su color. Cuando describe en uno de sus epigramas a  su esclavo ideal (4, 42, 10) dice en un pentámetro: Paestanis rubeant aemula labra rosis: que enrojezcan sus labios como las rosas de Pesto. Ese color es el rojo o, más propiamente, el rosado o propio de la rosa, que es el mismo color que el del rubor cuando aflora en un rostro humano.
 

Por último, otro poeta, el tardío Ausonio en su célebre poema De rosis nascentibus, que otros atribuyen a Virgilio e incluyen en la Appendix Vergiliana,  canta igualmente los rosales de Pesto:  Vidi Paestano gaudere rosaria cultu, / exoriente nouo   roscida Lucifero:   en jardines de Pesto las rosas llenarse de gozo / por el rocío recién frescas del amanecer.

Recapitulando, los rosales de Pesto eran famosos porque florecían dos veces al año dada la bonanza  del clima de la ciudad mediterránea, por su color rojo, y por la fragancia de sus rosas, que crecerían, suponemos,  no lejos de esos templos cuyas ruinas conservamos, e inundarían la ciudad con su aroma.

Por cierto, Ausonio formula así el tópico del carpe diem al final de su poema De las rosas que brotan, llamado a tener tanto predicamento en las letras de nuestro Siglo de Oro: collige, uirgo, rosas dum flos nouus et noua pubes, / et memor esto aeuum sic properare tuum: Coge, chiquilla, las rosas en tanto florecen y aroman,  / y recuerda que así pasa volando tu edad.

Gather ye rosebuds while ye may, J. W. Waterhouse (1909)

¿Dónde están, me pregunto yo ahora, -ubi sunt?, otro tópico literario- esas rosaledas que florecían dos veces al año y que inundaban la ciudad con su perfume? ¿Qué queda ahora de aquellas rosas que inspiraron a los poetas? Hoy no se conservan esos rosedales célebres por su fragancia. Babilonia no guarda tampoco nada más que un vago recuerdo de sus célebres jardines, una de las siete maravillas sin embargo del mundo antiguo. Sólo queda el aroma de su recuerdo, en el caso de Pesto una mención erudita e insignificante, una nota a pie de página en una traducción que se precie de unos versos de unos poetas olvidados que ya casi nadie lee, porque ¿para qué sirve la poesía?

El poeta Luis Alberto de Cuenca nos recita en este vídeo su particular versión del  “Collige, uirgo, rosas”, una de las últimas variaciones del tópico clásico en un lenguaje contemporáneo y asequible. Oigamos y escuchemos de su propia y viva voz el poema. La poesía, que no sirve para nada práctico, nació para el oído, y no para el ojo, pero para que quede constancia escrita de estos versos allá va el texto a fin de que otras voces puedan recitar estos versos o, por lo menos, leerlos en voz alta, que es como hay que leer la poesía:




Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana.
Córtalas a destajo, desaforadamente,
sin pararte a pensar si son malas o buenas.
Que no quede ni una. Púlete los rosales
que encuentres a tu paso y deja las espinas
para tus compañeras de colegio. Disfruta
de la luz y del oro mientras puedas y rinde
tu belleza a ese dios rechoncho y melancólico
que va por los jardines instilando veneno.
Goza labios y lengua, machácate de gusto
con quien se deje y no permitas que el otoño
te pille con la piel reseca y sin un hombre
(por lo menos) comiéndote las hechuras del alma.
Y que la negra muerte te quite lo bailado.

 
 Collige, uirgo, rosas

martes, 25 de agosto de 2015

Un Sanctus a ritmo africano

Viendo el otro día la película If... de Lindsay Anderson, que, rodada en el glorioso 1968, ganó la palma de oro del festival de Cannes del año siguiente, me sorprendió lo mal que ha envejecido esta película, a diferencia, por ejemplo, de La Naranja Mecánica de Kubrick,  que parece más moderna ahora que cuando se filmó.

 If... (Si... condicional en la lengua del Imperio) narra la rebelión armada de un grupo de adolescentes contra la dirección y el profesorado de un internado británico masculino que acaba en un enfrentamiento violento, protagonizada por un jovencísimo Malcolm McDowell que todavía no había rodado La naranja...  de Stanley Kubrick pero que ya apuntaba maneras.  

Me llamó la atención  especialmente la banda sonora de la película. A Mick Travis, el protagonista, le encanta escuchar una y otra vez en su tocadiscos el Sanctus de una misa congoleña en latín, interpretada por Les troubadours du roi Baudouin, la Missa Luba, que rescato para vosotros por su curiosa y explosiva mezcla de lengua madre y de ritmos africanos. Fue un éxito al final de los años sesenta.


La letra, muy sencilla por otra parte, es una parte de la misa cantada como Dios manda, o sea, en latín:

Sanctus, sanctus, sanctus,
Dominus Deus Sabaoth! (bis)
Pleni sunt caeli et terra gloria tua!
Hosanna in Excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
 Hosanna in Excelsis.

Hay en el texto dos palabras no latinas: Sabaoth y Hosanna que son hebrea la primera y aramea, la lengua que hablaba Jesús, la segunda. La primera significa "ejército o ejércitos". El título veterotestamentario de Jehová es, efectivamente, "Señor de los Ejércitos" en la Biblia. La Jerarquía cristiana ha modificado este texto, suprimiendo la palabra hebrea, y suavizando el carácter militarista del viejo patriarca del Sinaí y de Israel diciendo en su lugar "Dios del universo", lo que, como puede comprobarse poco tiene que ver con el texto original. La otra palabra, la aramea,  "hosanna" significa "sálvanos" en la lengua que hablaba Jesús.

Mejor fortuna han corrido entre las palabras no latinas que conserva la liturgia cristiana "Aleluya" (que significa alabad (o gloria) a Dios) y "amén" (que quiere decir así sea), que se mantienen en la liturgia. 

El Sanctus, según se entona hoy en la misa en español, es así:
Santo, santo, santo
es el Señor, Dios del universo (bis).
Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria.
Hosanna en el cielo. 
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

 Una traducción más respetuosa con el original latino sería la siguiente: "Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los Ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria. Sálvanos en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor. Sálvanos en las alturas".




sábado, 22 de agosto de 2015

Otra tanda de tuits de Propercio


Seu nuda erepto mecum luctatur amictu,
tum uero longas    condimus Iliadas.
(2, 1, vv. 13-14)
Si ella  desnuda al quitarle el vestido lucha conmigo,
monto sin duda en tal       caso la Iliada sin fin.

oOo
Acrópolis de Atenas

Magnum iter ad doctas proficisci cogor Athenas
            ut me longa graui       soluat amore uia.
(3. 21, vv. 1-2)


Largo viaje a la culta Atenas  emprendo a la fuerza
porque me libre de amor            arduo la marcha de aquí.

                                                        
 oOo
Nil moueor lacrimis: ista sum captus ab arte;
            semper ab insidiis,     Cynthia, flere soles.
(3, 23, vv. 5-6) 
No me conmueve tu llanto:  cautivo que fui de esa farsa;
siempre sueles llorar,           Cintia, con afectación. 

 oOo

 Dum uernat sanguis, dum rugis integer annus,
utere, ne quid cras     libet ab ore dies!
(4, 5, vv. 59-60)
Mientras te hierve la sangre y carecen de arrugas tus años,
goza, no vaya a ser    que aje tu rostro la edad. 

oOo

Templo de Neptuno en Pesto (Italia)
 
 Vidi ego odorati uictura rosaria Paesti
sub matutino cocta iacere Noto.
                     (4, 5, vv. 61-62)
Vi yo a punto de abrirse las rosas de Pesto aromada
por la mañana yacer                 mustias al soplo del Sur.
 

oOo

Bella satis cecini; citharam iam poscit Apollo
uictor et ad placidos     exuit arma choros.

(4, 6, vv. 69-70)
Mucho canté las guerras; ya pide Apolo triunfando
lira, y dejando está                 armas por coros de paz.
oOo 

Larario de la casa de los Vetti, Pompeya


Sunt aliquid Manes, letum non omnia finit
luridaque euictos effugit umbra rogos.
(4, 7, vv. 1-2)
Algo las ánimas  son: la Muerte no acaba con todo
y huye la sombra gris    de ascuas de su funeral.

oOo

Nocte uagae ferimur, nox clausas liberat umbras,
errat et abiecta Cerberus ipse sera.

(4, 7, vv. 89-90)
Vamos errantes de noche; la noche libera las sombras;
suelta su amarra, el can   Cérbero vaga también.

oOo 
                                                                      Dos mujeres desnudas, Pablo Picasso (1920)


Vnus erat tribus in secreta lectulus herba;
quaeris concubitus?     Inter utramque fui.

(4, 8, vv. 35-36)
Un solo catre había en jardín para tres  apartado.
¿Quieres saber mi lugar?       Entre una y otra mujer.

oOo

Te licet orantem fuscae deus audiat aulae,
nempe tuas lacrimas     litora surda bibent.

(4, 11, vv. 5-6)
Aunque el dios de la oscura morada oiga tu rezo,
sordas orillas van       llanto que es tuyo a beber.

jueves, 20 de agosto de 2015

Dos sonrisas de Arcás



Una nueva sonrisa irónica y sarcástica, siempre crítica,  de Arcás, nuestro dibujante griego preferido más clásico. El personaje es un presidiario con su traje clásico de rayas blancas y negras, grises o azules -siempre un color más oscuro. Parece ser que estos uniformes se usaron en las cárceles de los Estados Unidos de América, también en los campos de exterminio nazis, aunque sus rayas eran verticales.

¿Qué dice nuestro reo en la lengua de Homero? "eímai eleútheros" Es griego clásico y moderno a la vez. Es, simplemente, griego. Una declaración de libertad: Soy libre.  La pronunciación actual ha variado un poco sobre la clásica que he transcrito más arriba. La actual se parecería a esto: "íme eléfceros".

La segunda parte de la frase "na káno o,ti théloun" nos depara una sorpresa final. Esperaríamos "na káno o,ti thélo", que es lo habitual cuando alguien proclama su propia libertad: "soy libre de hacer lo que quiero o lo que me dé la gana". Sin embargo, Arcás nos ha cambiado la desinencia del verbo. Ha cambiado la esperada primera persona del singular, que acaba en -o por la tercera del plural, que termina en -n. Soy libre de hacer lo que quieran. 

Nuestro no menos genial Forges desarrolló este mismo y trascendente asunto de la libertad humana en una célebre viñeta de abundante texto y no menos gracia:



Dice Horacio en una frase que se ha hecho famosa: "quid rides? mutato nomine de te / fabula narratur" (Sátiras, 1, 1, vv.69-70): ¿De qué te ríes?  Cambiado el nombre, a ti se refiere la historia. 

Parafraseando a Horacio podríamos decir: "De nobis fabula narratur".

oOo 



Alguna relación deben de tener la economía y la religión, el crédito y la fe, los bancos y las catedrales, los viejos sacerdotes y los modernos hierofantes que son los banqueros (y sus palanganeros, los políticos de cualquier signo, tanto da izquierda que aspira al poder como derecha ) y tiburones bursátiles, el capital y el viejo Dios monoteísta creador y padre de todas las cosas...  

lunes, 17 de agosto de 2015

Aristófanes ilustrado y expurgado

Hojeando libros -esos objetos cada vez más raros y curiosos- en la Feria del Libro Viejo de Santander este verano me encontré con un volumen titulado "Comedias" de Aristófanes, publicado por Ediciones Marte de Barcelona en  1965. Contenía "Lisístrata" y "La asamblea de las mujeres", una muy buena selección. La traducción -versión castellana- y el prólogo eran de Jesús Lizano,   y el libro de 160 páginas estaba ilustrado profusamente por Serafín con 63 dibujos.
Llamaron mi atención enseguida las ilustraciones a todo color. Apenas me sonaba el nombre de Serafín, el ilustrador gráfico, pero sus dibujos me parecieron muy  logrados. Reproduzco algunas de sus ilustraciones a continuación correspondientes a Lisístrata.




Y éstas otras son de "La asamblea de las mujeres":


Enseguida caí en la cuenta de que Serafín tenía que ser, por la época y por sus dibujos, coetáneo de Mingote y Chumy Chúmez, y probablemente habría colaborado, como ellos, en la Codorniz, la revista satírica que dirigió Álvaro de la Iglesia durante la oprobiosa dictadura de Franco, que desapareció con la transición. 

Investigué un poco y descubrí enseguida que, efectivamente, Serafín Rojo Caamaño,  nacido en Madrid en 1926 y muerto en 2003, comenzó dibujanto tebeos en la revista "Jaimito", que se llamaba así por lo populares que eran en España los chistes que se le atribuían a este personaje, y acabó en "La Codorniz". 

Destacó por sus caricaturas de marquesas que se daban al "tintorro" de marca en las barras de los bares donde alternaban con los obreros... Serafín Rojo ilustró también El Quijote, La lozana andaluza y las Comedias de Aristófanes, entre otras obras literarias. Y como humorista destacó por su retrato de la España eterna de charanga y pandereta y por su gusto por el humor negro, como revelan estas dos viñetas encontradas en la Red: la desnudez de la maja de Goya y la puntualización del RIP (Requiescat In Pace, o, lo que es lo mismo, en román paladino: Descanse En Paz), firmada con el pseudónimo que empleó a veces de Marqués de Serafín.
 
En cuanto a la traducción de Jesús Lizano tengo fundadas razones para sospechar que no es una traducción directa del griego, sino de alguna francesa, tal vez de la versión de Belles Lettres de Hilaire Van Daele, aparecida por primera vez en 1930.  Y tampoco es una traducción literal de la francesa, porque la censura de la época que había en España no lo habría permitido seguramente, sino que se trata de una versión libre y expurgada de muchas referencias a la actualidad y obscenidades.

Un ejemplo: La asamblea de las mujeres ha decretado que (cito literalmente la versión de Lizano)  "cuando un joven ame a una doncella no podrá gozar de sus favores sin haber otorgado previamente los suyos a una anciana. Si atento únicamente a su pasión por la joven se negase a cumplir esta orden, las mujeres de avanzada edad tendrán el derecho de prenderle y arrastrarle impunemente".

¿Qué dice el original de Aristófanes? Pues algo así como: "...Si un mozo joven / desea a una joven, no se la cepillará si  no / se tira a la vieja antes. Y si no desea / tirársela antes sino que la prefiere moza, / podrán las mujeres de avanzada edad al joven /  por ley llevarlo a rastras de la cachiporra". (vv. 1015-1020)

Como se puede comprobar, el lenguaje de la versión de Lizano y el de la nuestra es muy distinto, pertenecen a dos registros completamente diferentes y contrapuestos de habla: culto y elevado, incluso elegante,  el de Lizano, vulgar, corriente y chabacano el de la nuestra, pero más acorde con el original aristofanesco.

Sin embargo, no le estoy haciendo ningún reproche a la traducción de Jesús Lizano. Las circunstancias personales del autor (que trabajaba como "corrector literario" en la misma editorial que empezó a publicar su obra) y las de la época explican y justifican su versión. No permitían otra cosa. Bastante hizo con dar a conocer dos de las mejores obras de Aristófanes, aunque expurgadas y abreviadas en plan Reader´s Digest,  en unos tiempos que no eran buenos ni para la lírica ni para la épica ni para la comedia.

Así reivindica en la introducción a su versión castellana la figura del cómico ateniense: Poco se sabe de la vida de Aristófanes y poco, en verdad, de su obra. Acostumbrados a Platón, a Esquilo, a Homero y a toda la monserga de helenistas y profesores, apenas se tiene en cuenta lo que significa el teatro de Aristófanes en medio de la Hélade. Sin embargo, cuando se han leído las obras del comediógrafo ateniense no cabe duda de que faltaban para tener una idea completa de Grecia. Y es que, acostumbrados a que la Historia sea el paseo de los triunfadores, el palmarés de los guerreros y las elucubraciones de todas las estirpes de idealistas, hemos creído que el resto de los "mortales" apenas han significado sino un relleno histórico, material, para que fueran posibles "ellos", seres que han vivido fuera de la Historia. Pero no es así.

Afortunadamente, el teatro de Aristófanes es ya muy valorado y empieza a ser conocido en nuestro país. Prueba de ello son el año pasado la representación de "Pluto" en Mérida, o hace cinco años la Lisístrata de Paco León en el mismo escenario, y este año el éxito que han cosechado a la par en el mismo festival "Lisístrata" y  "La asamblea de las mujeres", precisamente, al lograr esta última, dirigida por Juan Echanove, ocho llenos absolutos en el Teatro Romano de la capital extremeña en las diez representaciones programadas.  


jueves, 13 de agosto de 2015

Tercera tanda de tuits de Propercio



Non ego sum laudi, non natus idoneus armis :
hanc me militiam       fata subire uolunt.
(1, 6, vv. 29-30)
No apto para la gloria nací yo ni para las armas;
otra batalla a mí     me hacen los hados librar.

oOo
Seu tristis ueniam seu contra laetus,  amicis
quicquid ero dicam:              «Cynthia causa fuit».
(1, 11, vv. 25-26)
Ande yo triste o por el contrario contento, a colegas
voy como sea a decir:     “Cintia, la causa que fue”.
 
oOo
 Amantes, Giulio Romano (1525)

Quare, dum licet, inter nos laetemur amantes:
non satis est ullo    tempore longus amor.
(1, 19, vv. 25-26)
Por lo que, mientras se pueda,  gocemos amándonos ambos:
no es demasiado jamás      largo en el tiempo el amor.

oOo
Non haec Calliope, non haec mihi cantat Apollo;
 ingenium nobis      ipsa puella facit.
(2, 1, vv. 3-4)
No me dicta la musa Calíope versos ni Apolo;
la inspiración me la da    sola mi niña y amor.

oOo


Instat semper Amor supra caput, instat amanti
et grauis ipse super libera colla sedet.
(2, 30 vv. 7-8)
Siempre se le echa de golpe el Amor encima al amante
y cuellos libres él     va abrumador a oprimir.

 oOo
  Pintura mural romana de amantes, Museo arqueológico de Nápoles


Expertus dico, nemo est in amore fidelis;
formosam raro non sibi quisque petit.
(2, 34, vv. 3-4)
En el amor nadie es fiel, lo digo por experiencia ;
muy para sí cada cual       corre tras linda mujer.
oOo
Pacis Amor deus est, pacem ueneramur amantes:
stant mihi cum domina    proelia dura mea.
(3, 5, vv. 1-2)
Dios de la paz es Amor, adoramos la paz los amantes;
con mi señora yo      trabo combate feroz.

 oOo


Auro pulsa fides, auro uenalia iura,
aurum lex sequitur, mox sine lege pudor.
(3, 13, vv. 49-50)
Lejos  con oro la fe,  con oro venal la justicia,
sigue al oro  la ley,       luego sin ley el pudor.

oOo
Obicitur totiens a te mihi nostra libido:
crede mihi, uobis    imperat ista magis.
(3, 19, vv. 1-2)
Muy a menudo a mí me reprochas nuestra lujuria:
Créeme, su poder       es en vosotras mayor.

martes, 11 de agosto de 2015

Cuatro transformaciones de Zeus


El pintor portugués de ascendencia griega Niquías Escapinaquis (Nikias Skapinakis, según la transliteración habitual),  pintó entre 1970 y 1979 una serie de nueve cuadros titulada Las metamorfosis de Zeus.   Esta temática de la tradición clásica muy querida por los pintores desde el Renacimiento para acá se centra en las numerosas aventuras extraconyugales de Zeus, que adquiere diversas metamorfosis generalmente en forma de animales machos para seducir a diferentes figuras míticas femeninas.

1ª Transformación: En toro.
 
Aquí, Zeus se transforma en un toro para seducir a Europa, y cuando ella se ha sentado en su lomo, la rapta. Niquías ha actualizado el tema y transforma a la legendaria princesa fenicia que acabará dando nombre a nuestro continente en una Miss, Miss Europa, como prototipo ideal de belleza femenina. El cuadro se titula “Rapto de Miss Europa”. Nos hallamos ante una mujer desnuda e impregnada de una fuerte carga sexual. Han desaparecido todas las referencias mitológicas para reducirse la escena a su desnudez animal, tampoco hay colores oscuros ni ningún dramatismo asociado a ellos. Predominan los tonos fuertes que caracterizan la obra de este pintor. Su cuadro, si lo comparamos con un tratamiento más clásico como el de Tiziano, parece un cartel publicitario de consumo que enseguida relacionamos con el arte Pop.

 Moneda griega de dos euros que representa el rapto de Europa.

2ª Transformación: En águila real.
 

Aquí nos encontramos ante las siluetas negras de una mujer y un águila recortándose en un fondo blanco. El águila real es aquí no sólo el símbolo de Zeus, sino su metamorfosis. Él águila está en vuelo. El erotismo de la escena se debe a la desnudez de ambos personajes en el contexto del rapto mitológico. Podríamos pensar en el rapto de Ganimedes, pero Escapinaquis titula este cuadro, el VII de su serie: “Egina y el águila arrebatadora”. No es un tema tan tratado en la pintura como el de Ganimedes, la aventura homosexual de Zeus, el que aborda Escapinaquis aquí. De hecho, a diferencia del rapto de Europa, hay muy pocas representaciones iconográficas de este tema: Egina era una ninfa, hija del díos río Asopo. Fue  arrebatada de su palacio y llevada por los aires a una isla del golfo sarónico, muy cercana de Atenas, donde el dios consumó su unión con ella, por lo que le prestó su nombre: la isla de Egina. De esa unión nació Éaco.

 Egina visitada por Júpiter en forma de águila, Jean-Baptiste Greuze 1767-1769

3ª Transformación: En cisne.
 
Este es uno de los temas mitológicos más abordados por la pintura occidental. Cuando se hallaba Leda a la orilla de un río, se le apareció Zeus transformado en cisne que, fingiendo huir de la persecución de un águila, buscó refugio en su seno, uniéndose carnalmente a ella. Esa misma noche Leda se acostó con su esposo Tindáreo. Se cuenta que Leda puso después dos huevos: de uno nacieron la bella Hélena y Pólux, hijos de Zeus, y del otro Clitemnestra y Cástor, hijos de Tindáreo. La originalidad del cuadro de Skapinakis es que presenta un cisne negro, un cygnus atratus, una especie originaria de Australia, descubierta a finales del siglo XVII. Un tratamiento diferente, con un cisne blanco, hizo Dalí en su Leda atómica de 1949.
 


 4ª Transformación: En caballo.

Nos hallamos aquí ante la última muestra de la serie, titulada “Día y el caballo seductor”. No he encontrado ningún otro cuadro con esta temática mitológica. No es una de las metamorfosis más conocidas de Zeus, ni muchísimo menos, pero sí está documentada en algunos autores clásicos. Robert Graves recoge la noticia en sus Mitos griegos. Día era la mujer de Ixïón y madre de Pirítoo, el compañero de Teseo. Según Homero, Zeus, ardiendo en amores por ella, la hizo madre de Pirítoo. Eustacio en sus comentarios a la Ilíada, que no he podido consultar, dice que Zeus transformado en caballo intentó seducirla dando vueltas a su alrededor, lo que explicaría con una falsa etimología el nombre de su hijo Pirítoo relacionándolo con el verbo griego “peritheo” correr en torno. También Higino en su fábula 155 donde habla de los hijos de Júpiter dice que Júpiter (Zeus) engendró a Pirítoo de Día.  

En el canto XIV de la Ilíada, Zeus, hace una lista de sus amores, cuando le pide a Hera en un bello pasaje que se acuesten juntos porque le ha entrado un repentino deseo muy grande de ella, mucho mayor que el que le embargó otras veces por otras mujeres o por ella misma. Empieza aludiendo a Día, la primera de todas, después cita a Dánae, alude a Europa como la hija de Feniz, cita a Sémele, la madre de Dioniso, y a Alcumena o Alcmena, la madre de Heraclés, con su acentuación oxítona griega, o Hércules, y finalmente a Leto o Letó, con igual acentuación griega, madre de Apolo y Ártemis. La traducción en ritmo dactílico con rima asonante o parcial que recuerda a nuestros romances medievales se debe a Agustín García Calvo, que crea algunos epítetos castellanos recreando a Homero, como "beltobellina" o "belcabellina" para resaltar la belleza de los tobillos o de los cabellos respectivamente.

“Y ahora ¡en amor vamos, ea, tú y yo a acostarnos a prisa!:
Pues nunca jamás de diosa o mujer deseo me había
venido enredándoseme al corazón en ansia tan viva,
ni cuando de la mujer de Ixïón en amores ardía,
la que dio a luz a Pirítoo el par-de-dios-en-valía,
ni cuando a la hija de Acrisio, a Dánae beltobellina,
la que dio a luz a Perseo, entre todo mortal maravilla,
ni cuando amé de Feniz el de-luenga-fama a la hija,
que me parió a Minó y Radamantus, prenda divina,
ni cuando a Sémele o cuando a Alcumena en Tebas altiva,
que fue de Heraclés corazón-de-león la madre cumplida,
y Sémele de Dïonuso, a la raza mortal alegría,
ni cuando a Démeter la reina y señora belcabellina,
ni cuando a Letó glorïosa, ni cuando, no, ni a ti misma,
Como ora a ti te deseo y un dulce amor me domina”.