sábado, 28 de noviembre de 2015

"Ma ton Día" y "Mamma mea"

Reproduzco, en primer lugar,  este simpático video donde unos estudiantes neozelandeses cantan en griego clásico una versión del exitoso "Mamma mia" del grupo ABBA. La han titulado "Ma ton Día", que suena fonéticamente igual que el italiano "Mamma mia", y que significa literalmente "Por Zeus".  


Y a continuación, la versión latina de Tyrannosaurus Grex, cuya letra reproduzco:



Decepta sum a te per longum aevum
Ergo constitu(i) id esse finiendum
Specta me nunc. Umquamne discam?
Non sentio, quare subit(o) amittam regnum
Ignis est in me(a) anima

Vix un(o) aspect(u) audio campanam
Ali(o) aspectu dedisc(o) omnia

O! O!

Mamma Mea, e(o) huc iterum
Me Me, quomodo te resistam?
Mamma mea, ostenditn(e) iterum
Me Me, quantum te caream?

Meum pectus fregisti
Sine t(e) eram cerebro tristi
Cur Cur, umquam liberavi te?
Mamma Mea, certo vero scio
Me me, numquam liberabo te

Tuis gestis ego lymphata fui
Non enumero quotiens finimus dixi
Specta me nunc, umquamne discam
Non sentio, quare subit(o) amittam regnum
Ignis est in me(a) anima

Vix un(o) aspect(u) audio campanam
Ali(o) aspectu dedisc(o) omnia

O! O!

Mamma Mea, e(o) huc iterum
Me Me, quomodo te resistam?
Mamma mea, ostenditn(e) iterum
Me Me, quantum te caream?

Meum pectus fregisti
Sine t(e) eram cerebro tristi
Cur Cur, umquam liberavi te
Mamma Mea, certo vero scio
Me me, numquam liberabo te

domingo, 22 de noviembre de 2015

"Mediterranea" de Trinovox

Mediterranea (1997) es una maravilla de disco del grupo Trinovox.  Su nombre está formado con raíces latinas: trino (porque son tres) y vox (porque trabajan básicamente con sus voces),  y -novo- porque partiendo de viejos materiales, hacen algo nuevo. El trío florentino  plasmó en este memorable trabajo un panorama general de la música y la poesía mediterráneas que cubría un lapso de casi tres mil años, utilizando sus voces, percusiones y guitarras, e interpretando poemas de seis poetas y seis poetisas en sus idiomas originales: francés, hebreo, italiano, siciliano , andaluz, griego antiguo, español, sardo, turco, toscano, latín y árabe.



Precisamente en dialecto griego eolio interpretan el phaínetai moi kénos ísos theoísin  de Safo de Lesbos que leíamos el otro día y comparábamos con la versión latina de Catulo (ille mi par esse deo uidetur). Una de las primeras voces femeninas de la literatura occidental, si no la primera; la de la décima Musa, como la llamó Horacio.



viernes, 20 de noviembre de 2015

"Ille mi par"

Ille mi par esse deo uidetur,
ille, si fas est, superare diuos,
qui sedens aduersus identidem te
     spectat et audit

dulce ridentem, misero quod omnes
eripit sensus mihi: nam simul te,
Lesbia, aspexi, nihil est super mi
     <uocis in ore;>

lingua sed torpet, tenuis sub artus
flamma demanat, sonitu suopte
tintinant aures, gemina teguntur
     lumina nocte.

otium, Catulle, tibi molestum est:
otio exsultas nimiumque gestis:
otium et reges prius et beatas
     perdidit urbes.






Semejante a un dios me parece aquél, 
y mayor que un dios, si se me permite,
que ante ti sentado constantemente
                        mira y te escucha

cuando dulce ríes. Y yo, por esto,
desdichado, pierdo por ti el sentido;
pues con sólo verte no queda, Lesbia,
                        voz en mis labios,

torpe está mi lengua y un fuego tenue
en mis miembros mana, en mis oídos
un zumbido suena y mis ojos cubre
                        doble la noche.

Para ti, Catulo, es malo el ocio:
demasiadas ansias en él excitas.
El ocio que antaño perdió felices
                        urbes y reyes.

           (Traducción de Juan Manuel Rodríguez Tobal)                                                        
                                                  
En las tres primeras estrofas, Catulo está traduciendo al latín un poema de la poetisa griega Safo de Mitilene (Lesbos); pero no sólo está traduciéndolo al latín, sino que además está introduciendo la estrofa griega, llamada sáfica en honor de la poetisa,  compuesta por tres endecasílabos y un adonio, por primera vez en la poesía latina.

La temática del poema son los celos que siente Safo al ver a su amada besándose con un hombre. Catulo toma ese motivo y describe sus propios celos ante su amada Lesbia –la denomina con este pseudónimo precisamente en honor de Safo, porque ambos admiraban a la poetisa griega-, y añade una última estrofa de su cosecha que es una reflexión sobre loperniciosa que le resulta la “ociosidad”.

Aquí va una traducción del poema original de Safo,  y el tema musical que hizo Angelo Branduardi cantando a Catulo en latín –y en italiano. 







sábado, 14 de noviembre de 2015

Otra de Horacio

El grupo Tyrtarion sigue ofreciéndonos sus versiones musicales de algunas odas de Horacio, en este caso el "Vivirás mejor" (Rectius vives), la décima del libro segundo, donde se presenta el tópico literario de la "aurea mediocritas", la dorada medianía  o el "término medio que vale lo que vale el oro". Son seis estróficas sáficas, llamadas así en honor de Safo de Lesbos, compuestas de tres endecasílabos, prolongado el tercero con un adonio.


Vivirás mejor si no surcas siempre
altamar, Licinio, y, si temes, cauto
las borrascas, a áspera costa no arrimándote mucho.

Quien dorada elige la medianía,
de cutrez carece de viejo techo
protegido; austero, carece de envidiable palacio.

Zarandean más a menudo vientos
a alto pino, e ínclitas torres caen
con mayor estruendo, y fulminan rayos cima de montes.

En lo adverso tiene esperanza, y teme
en la dicha el bien avezado pecho
otra suerte. Júpiter trae horribles lluvias, y él mismo

las aleja. Si hoy se está mal, no siempre
será así; con cítara Apolo a veces
a callada Musa despierta, y su arco no tensa siempre.

Muéstrate animoso en las estrecheces
y esforzado; tú con prudencia mismo
velas arriarás por un viento henchidas muy favorable.





lunes, 9 de noviembre de 2015

"Lo que ha de ser mañana no indagues tú"

El grupo Tyrtarion ha puesto música a la Oda 9 de Horacio del libro primero, dirigida a un tal Taliarco. Una melodía muy adecuada a la letra, con instrumentos antiguos, se une, como es habitual en los vídeos de este grupo, con unas imágenes alusivas que recrean el poema. 

No en vano los Carmina de Horacio nacieron para ser cantados, que eso es lo que quiere decir "carmen": cántico, cántiga o canción. Están compuestos en los metros eolios de la lírica, básicamente en estrofas  sáficas o alcaicas. En la estrofa de Alceo, precisamente, compuesta de dos endecasílabos, un eneasílabo y un decasílabo alcaicos, escribió Horacio este cántico que invita a disfrutar del momento presente sin preocuparse por lo que ha de ser mañana y que reproduzco en su versión rítmica:

 

Vides ut alta stet niue candidum
Soracte nec iam sustineant onus
siluae laborantes geluque
flumina constiterint acuto?

dissolue frigus ligna super foco
large reponens atque benignius
deprome quadrimum Sabina,
o Thaliarche, merum diota.

permitte diuis cetera, qui simul
strauere uentos aequore feruido
deproeliantis, nec cupressi
nec ueteres agitantur orni.

quid sit futurum cras, fuge quaerere et
quem Fors dierum cumque dabit, lucro
adpone nec dulcis amores
sperne puer neque tu choreas,

donec uirenti canities abest
morosa. nunc et campus et areae
lenesque sub noctem susurri
conposita repetantur hora,

nunc et latentis proditor intumo
gratus puellae risus ab angulo
pignusque dereptum lacertis
aut digito male pertinaci.

oOo



¿Ves cómo de honda nieve el Soracte en pie
se yergue cano y carga no aguantan ya
cansados bosques, y los ríos
cómo han cuajado en agudo hielo?

¡Ahuyenta el frío echándole tú al hogar
la leña en abundancia, Taliarco, y más
benignamente vierte el vino
de una tinaja sabina añejo.

Deja el resto a los dioses, que una vez
que al viento en pugna con el hirviente mar
han derrotado, ni cipreses
ni olmos añosos se zarandean.

Lo que ha de ser mañana no indagues tú,
y el día que la suerte te dé en tu haber
apúntalo, y amores dulces,
joven, y bailes no los desprecies

en tanto que morosa vejez tu edad
en flor no aje. El Campo y las plazas hoy
y el suave susurrar nocturno
vuelvan a ser a citada hora

ya, y la agradable risa que del rincón
oscuro a moza oculta la delató,
y prennda hurtada de sus brazos
o de su manno sin resistencia.




sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Qué representa la cabeza cercenada de Medusa?


Hay un pequeño texto de Sigmund Freud de 1922 que lleva por título "Das Medusenhaupt" (La cabeza de  Medusa) que analiza el simbolismo, claramente sexual como no podía ser menos para el doctor de Viena, de la cabeza cortada y serpentífera de la gorgona Medusa que enarboló Perseo como arma letal que dejaba de piedra a sus rivales y que finalmente regaló a la diosa virgen Atenea, quien la portaba en su escudo o en su pecho. Establece el padre del psicoanálisis la siguiente ecuación "decapitación = castración", por lo que el miedo que produce la visión de esta cabeza separada de su cuerpo, sería similar al terror masculino ante la amenaza cercenadora de su castración.




Cabeza de Medusa, Caravaggio (1597)



Ese terror lo siente el niño cuando ve el sexo femenino por primera vez, quizá el sexo de la madre rodeado de vello: esa visión lo deja petrificado por la amenaza que conlleva de castración masculina: la mujer sería un varón castrado, de ahí surge sin duda el concepto de "inuidia penis" .

El hecho de que la diosa Atenea porte la mayoría de las veces la cabeza cercenada de Medusa lo interpreta en el sentido de que se trata de una diosa inaccesible, esencialmente virgen e inabordable, que ofrece el sexo horripilante de la madre a la visión masculina. "A los griegos por lo general bastante homosexuales, afirma Sigmund Freud,  no podía faltarles la representación de la mujer que les horroriza por su castración."



No conozco el texto que cita Freud de Rabelais donde un diablo emprende la fuga después de que una mujer le muestre su sexo, pero sí he encontrado un cuento en verso de  Jean de Lafontaine (1621-1695), el célebre fabulista  que tanto les debe a Esopo y a Fedro, que se titula "Le diable de Papefiguiere", incluido en sus "Cuentos y relatos", donde la protagonista, una tal Perrette, espanta al demonio, que dentro de la tradición cristiana personifica el espíritu maligno,  levantándose las faldas y mostrándole la vulva y diciéndole que es la herida que le ha hecho su marido, el labriego al que iba a castigar el demonio, lo que provoca que el diablo llegue incluso a persignarse y huya aterrorizado ante el susto de su vida que le produce la visión del coño. El pobre diablo burlado teme, sin duda alguna, que le suceda a él lo mismo que a Perrette, es decir, padece el complejo masculino de la castración. Así representó Charles Eisen dicha escena en un grabado para la ilustración del cuento del escritor francés: 

           Grabado de Charles Eisen (1720-1770)             
  

Si analizamos las representaciones artísticas de esta cabeza, sus cabellos son serpientes, y las serpientes son precisamente símbolos fálicos para el padre del psicoanálisis que sustituyen al uirile membrum: la multiplicación de dichos símbolos sirve como amuleto apotropaico, precisamente, para espantar la amenaza de castración. "Es notable -afirma Freud-  que, a pesar de ser horribles en sí mismas, estas serpientes contribuyen realmente a mitigar el horror, pues sustituyen al pene, cuya falta es la causa de ese horror."



Perseo con la cabeza de Medusa, B. Cellini (1545-1554) 
El análisis freudiano va más allá y dice que también las representaciones del sexo masculino - entre los romanos los numerosísimos Príapos itifálicos o los amuletos consistentes en penes erectos- o sus sucedáneos, los símbolos fálicos tienen un efecto aprotropaico, servirían también para espantar al espíritu maligno. Su exhibición sería una manera de decir "No te temo, te desafío; yo también tengo un miembro viril", para alejar así la amenaza de castración. 

 Relieve pompeyano con la leyenda "hic habitat felicitas": Aquí habita la felicidad.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

La soledad de la Cariátide



Estuve buscando en el British Museum, símbolo de la rapiña del Imperio Británico y de todos los imperios que en el mundo han sido,  a la muchacha de larga y gruesa trenza portadora de una cesta en la cabeza, la canéfora de Caria, símbolo según cuenta Vitrubio en su tratado De architectura de la esclavitud a la que se vieron sometidas las mujeres de dicha ciudad.

Los museos, so pretexto de albergar y conservar obras de arte como esta,  lo que hacen es desterrarlas de su lugar de origen y arrinconarlas en una sala cualquiera,  privándolas de su función y de su vuelo,  con el afán del coleccionista que caza mariposas, las clasifica como "lepidópteros"  y las atraviesa con un alfiler.

Al fin la encontré, tras mucha y larga búsqueda. Nadie había sabido darme razón de ella. No estaba con los frisos del Partenón, ni con las muestras de escultura griegas y romanas, sino en un rincón de la sala dedicada a la arquitectura, detrás del templo de las Nereidas, donde pasaba desapercibida casi para todo el mundo, que ni siquiera se paraba a hacerse una foto con ella. 

 Cariátide del Museo Británico

Estaba sola, y, no hace falta decirlo, triste, muy triste por su soledad y abandono. Ella, que durante siglos había soportado con orgullo el desafío del tiempo y la intemperie con sus cinco hermanas, las cariátides que sostenían el peso del templo de Erecteo, en lo alto de la mismísima acrópolis de Atenas, como castigo por la traición que su ciudad hizo a la causa griega, había sido trasladada en 1816, hace ya más de doscientos años, al Museo Británico con los otros mármoles de lord Elgin, a fin de conservarla mejor y librarla, decían, de la corrosión que sufrirían sus hermanas. 

El templo de Erecteo fue construido entre los años 421 y 406 a. de C. Fue decorado con seis estatuas femeninas de 2,30 m. de altura, llamadas Cariátides. El templo sufrió con el correr de los años varias desgracias, pero el mayor atentado de todos lo perpetró Lord Elgin.


Las seis hermanas habían permanecido unidas durante 2.300 años hasta que en 1802 una de ellas fue separada del resto por Lord Elgin junto con otras muchas piezas históricas monumentales de la acrópolis de Atenas.

Después del crimen de Lord Elgin, cuenta la leyenda que las hijas de mármol lloraban todas las noches lamentando el secuestro de su hermana.

Se cuenta también que cuando los obreros llevaban la estatua al puerto de El Pireo, oían sollozos procedentes del interior del embalaje, por lo que lo dejaron en el suelo y se negaban a tocarlo otra vez.

Hoy cinco cariátides están en el Museo de la Acrópolis de Atenas, mientras la sexta permanece en el Museo Británico de Londres, todavía con su billete de ida sólo en las manos. Grecia ha solicitado en muchas ocasiones al gobierno británico la devolución de los mármoles griegos, pero todos esos esfuerzos han resultado baldíos.

El llanto de la sexta hija de mármol todavía resuena en los oídos de los griegos: Devolvedme a casa, devolvedme a mis hermanas, liberadme. No pertenezco a aquí, soy griega.

El nombre de Cariátide, en efecto, es el gentilicio femenino de la ciudad de Caria, en el Peloponeso, ciudad que hizo defección de Grecia  y apoyó la invasión persa durante las guerras médicas, cuyas mujeres fueron reducidas a la esclavitud y condenadas a soportar la pesada carga de la falta de libertad. Así lo cuenta Vitrubio:

Carya ciuitas Peloponnensis cum Persis hostibus contra Graeciam consensit. postea Graeci per uictoriam gloriose bello liberati communi consilio Caryatibus bellum indixerunt. itaque oppido capto uiris interfectis ciuitate deflagrata matronas eorum in seruitutem abduxerunt, nec sunt passi stolas neque ornatus matronales deponere, uti non una triumpho ducerentur sed aeterno seruitutis exemplo graui contumelia pressae poenas pendere uiderentur pro ciuitate. ideo qui tunc architecti fuerunt aedificiis publicis designauerunt earum imagines oneri ferundo conlocatas, ut etiam posteris nota poena peccati Caryatium memoriae traderetur.  
Vitrubio De Architectura, Libro I capítulo I, 5


Caria, ciudad del Peloponeso, conspiró contra Grecia pasándose al bando de los persas, enemigos de los griegos. Posteriormente los griegos, al librarse heroicamente de la guerra merced a su victoria, declararon de común acuerdo la guerra a los carios. Así pues, una vez tomada la plaza,  pasados a cuchillo los varones y arrasada la ciudad, redujeron a la esclavitud a sus matronas, y no permitieron que se desprendieran de sus estolas ni de sus distintivos matronales, de modo que no fueran llevados juntamente con la ceremonia triunfal sino que se viera que, agobiadas por tan grave ultraje,  pagaban su culpa por la ciudad con el ejemplo imperecedero de su esclavitud.  Por ello los arquitectos que hubo entonces diseñaron en los edificios públicos unas estatuas de ellas, colocadas de forma que soportaran su peso, con el fin de transmitir a la memoria de los venideros el castigo impuesto por el delito de los carios.