viernes, 21 de abril de 2017

Monigotes, turiferarios y sarcasmos

Monigotes: Según la tradición, el día de los santos inocentes, se cuelga un monigote de la espalda de aquel al que queremos señalar públicamente como “inocente”, o sea incapaz de hacer daño a nadie, del que nos burlarnos. ¿Por qué un monigote? ¿Qué es un monigote? La palabra deriva del latín monachus, que significa “monje”, que a su vez procede del griego monachós “que vive solo, solitario”, “único” más el sufijo despectivo -ote. Puede relacionarse con palabras de la misma familia como monacal, monaguillo, monacato y monasterio y compárese con el conocido valor del prefijo mono-: monólogo, monarquía, monopatín…Un monigote era un monaguillo, generalmente un mocito del pueblo, un sacristanejo que ayudaba en misa y en la sacristía a vestirse o desvestirse al cura, que solía ser un hombre culto y estudiado, además de no poocas veces pederasta. En definitiva, el monigote o monagote era alguien muy único como él solo, muy suyo, y, por lo tanto, muy idiota en el sentido etimológico de la palabra, esto es, muy poco dotado de sentido común, de donde viene la connotación familiar y figurada que tiene la palabra de pelele, muñeco, dibujo torpe o mal hecho, como los garabatos que hacen los niños, lo más indicado para colgar en la espalda del inocente al que se le engaña fácilmente sin que se percate de la broma.




Turiferarios: Turiferario quiere decir persona portadora del incensario (de tus turis, incienso, en latín, y el verbo fero llevar) donde se quema el incienso o turífero. Es por lo tanto una evocación oriental, porque del Oriente, de donde nos viene la luz (ex Oriente lux), vienen también los Reyes Magos siguiendo el curso de una estrella, portadores de oro deslumbrante, incienso precisamente y mirra. ¿Cuál es la función del incienso? Si atendemos a las ocasiones en que se hace uso de él, está claro que su función es desodorante, o, mejor dicho, odorante: acabar con los malos olores, con el sudor de los peregrinos o con el hedor de los cadáveres en descomposición, al quemar los granos aromáticos, que envuelven enseguida nuestro olfato no dejando que percibamos otras notas olfativas, tal es su intensidad. Del significado literal de "portador de incienso" se deriva su significado metafórico y su connotación de adulador servil, tiralevitas, o lameculos, es decir aquel que te halaga hasta la hez para obtener a cambio alguna prebenda, algo más de ti que tu agradecimiento, algo más interesado, generalmetne dinero. ¿Qué hay más interesado que el dinero en este cochino mundo? ¿Cuál es el interés del capital si no multiplicarse con el paso del tiempo?


Sarcasmos: un sarcasmo, etimológicamente, consiste (del griego sárx, sarkós carne, como en sarcófago, cuyo calco semántico latino es, para alegría de los vegetarianos, carnívoro) en el desollamiento de un enemigo vencido, arrancándole el pellejo para escarnio, como hacían los pieles rojas con las cabelleras de los rostros pálidos, o como hizo Apolo con el sátiro Marsias, que había retado al dios de la música en una competición musical. De este significado literal, deriva: una burla sangrienta, una ironía mordaz y brutal. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América llamaron a la Primera Guerra Mundial “la guerra que pondría fin a todas las guerras”. Resultó sarcástico, porque enseguida vino la segunda guerra mundial que dejó muy corta a la primera. Otro sarcasmo es, se me ocurre, la expresión “coche fúnebre”: todos los automóvile lo son en algún sentido real y figurado: el coche mata al peatón que todos llevamos dentro convirtiéndolo en su chófer. Los automóviles, además, son como el caballo de Atila, por donde quiera que pasan ya no crece la hierba, sino el asfalto. Son monstruos carnívoros, sarcófagos rodantes y contaminantes, cementerios de sus propios integrantes, conductores y víctimas atropelladas. 

 -¡Ves cómo sí existe un ser superior que está por encima de nosotros?

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